domingo, 16 de noviembre de 2014

Colores Derretidos.

Aplasto una vez más mis emociones y las convierto en colores derretidos.
Aquí estoy, como una inútil.
Pintándole a las mariposas sus alas. Y mi apodo será Color... pero siempre veo todo en blanco y negro. Es contradictorio.

Negro. Así es como siempre recuerdo mis sueños.
Pero cuando los recuerdo, corro a pintarlos en un lienzo con millones de colores. Y es entonces cuando sin darme cuenta, te dibujo a ti.
Te escribo a ti, te pienso a ti.
Todo siempre por ti.
Sé que eres alguien, que no puedo recordar. En realidad sí puedo, pero mi corazón dice que no lo haga, que está prohibido. Pero te pinto, con todas mis fuerzas, todos mis recuerdos, todos mis sentimientos y aún en vano, no logro recordarte.
Porque siempre, siempre. Acabo aplastando mis sentimientos, para convertirlos en colores derretidos. Es por eso que todo lo veo blanco y negro. Es por eso que estoy vacía. Es por eso que tengo un gran nombre, pero en realidad significa todo y nada.
Los pétalos vuelan, mientras las alas de las mariposas florecen, con nuevos hermosos colores.
Que más da si era una mentira.
Qué más da si era un deseo.
Todo, todo, lo pinté en el lienzo.
Y cuando te recordé, supe que ya no estabas aquí. Y todo mi mundo se derrumbó. Y te busqué por todos mis sueños, y me atreví a adentrarme a las pesadillas. Pero no te encontré.
Y solo puedo suspirarlo.
Solo gritarlo: 《Te quiero.》

Ya, esas dos estúpidas desgastadas palabras... no sé ya ni a quién se las digo, por que no consigo recordar que persona es la que se llevó mi corazón.
O sí lo recuerdo... me duele el dedo meñique... de soportar un lazo atado. Pero roto. Roto. Roto. Roto. Roto.
Fallé. Eso lo sé bien. Pero la peor elección, sería la correcta.
Este lazo rojizo... aún sigue aquí. Me informa que esa persona fue siempre la que me amaría de verdad, como yo a ella.
Pero el dolor es demasiado para poder soportarlo. No puedo desgastar mi vida... no puedo permitirme que los colores goteen en el cuadro. Mi último lienzo. Los colores, no, no gotean.
En cambio, el color azul, se desborda de mis ojos, en vez de en el lienzo.
Admiro, observo. Ese estúpido dibujo.
Es la cosa más fea y hermosa que mis ojos han podido ver, borrosamente.
En él, estamos tu y yo. Tu me cojes de la mano, y me llevas al cielo.
Me permites volar, ligera. Como una mariposa. Me permites morir, ligera. Como una mariposa.
Pero feliz. De haber estado en vida al menos una vez. Feliz, de haberte conocido.
Ésta será, la última vez que diga éstas palabras, lo prometo:

  《 Hasta Entonces, Nos Vemos. 》

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