lunes, 13 de octubre de 2014

Desahogarme.

Amo escribir. Hoy tengo mucho que escribir. En realidad no, pero me gusta hacerlo. Las ideas simplemente fluyen, y dejan hermosas palabras. A mí me gusta como me expreso, es lo importante. A veces, repetitiva. Otras innovadora. Pero me expreso, y lo escribo. Lo realizo. Es lo importante.
Luego leo y releeo mis textos. Me gusta ver como concuerdo las cosas.
Como escribo bellas frases o párrafos.
O como digo cosas que no tienen sentido alguno si alguien más lo lee, pero para mí sí, ya que solo puedo entenderlo yo, sentido oculto.
A veces pienso que debo innovar más. Otras menos. Que debo revisar los textos por las faltas ortográficas. Aún así casi siempre termino cometiendo alguno, y lo odio. Pero lo dejo así. Demasiado orgullosa, enfadada o perezosa quizás. Más bien la tercera.
Reviso si creo que necesito madurar mi escritura. Y esque... escribir para mí es una de las maravillas más grandes que he descubierto. Que he hecho.
Amaría simplemente dedicarme a esto.
Haciendo historias, poemas o textos como los que hago aquí. Es todo un sueño para mí. Desde pequeña he querido eso. Y también ser cantante. Amaría hacer las dos cosas juntas por que así simplemente... podría llegar a transmitir mis sentimientos y pensamientos a la gente a través del medio más poderoso y que más amo. Amo cantar, amo escribir.
De ambas formas me desahogo.
Puedo vivir un poco sin escribir hasta que me llega la inspiración o ganas pero... se me hace difícil aguantar un día sin formar melodías con mi voz.
Si pudiera dedicarme a... una de esas cosas o ambas... escribir mis canciones y cantarlas... y luego ser escritora también. O por separado.
Sería un sueño hecho realidad.
Me ilusiona demasiado que pueda algún día lograrlo pero... no estoy segura de que suceda.
Hasta entonces, nos vemos.

Adiós.

Esperaba que pudiera mantenerme viva aquí. Pero, esto es demasiado doloroso. Huí a otro lugar, donde pensaba que iba a estar a salvo, de todos mis temores, pero todo empeoró ahora que estoy aquí. Siempre pensaba y quería llegar aquí y ahora... quiero volver, pero es demasiado tarde, es algo imposible...
Es tan extraño. Pensaba que quería pertenecer a este lugar para siempre, pero, ¿por qué justo ahora? Mi corazón me grita que vuelva. Pero no puedo.
Mi corazón me grita que viva. Pero es imposible. Ya es tarde. Ya estoy aquí, demasiado lejos de todo, y de ti.
Pero mis sentimientos aún son para ti.
Me gustaría... haber hecho recuerdos contigo, junto a ti, sin la distancia.
Intentos cálidos de abrazos, de besos.
Susurros con mi nombre, tu voz, diciéndome que me quieres. Roces tímidos. Sensaciones inolvidables. Pero esto tan solo son palabras, nunca sucedieron en realidad, es lo que más me duele de todas las cosas. Me gustarían... tantas cosas... pero ya es tarde. Es decir, ya no estoy ahí. Ahora la distancia es mucho más dolorosa para ti y para mí, ¿cierto? Pero es mejor así, eso pienso. Pero en el fondo me arrepiento demasiado. Y mi quebrada voz que no había pronunciado palabra alguna desde aue estaba aquí, gritó fuertemente...
Un absurdo: "adiós."
El eco hizo su trabajo. En la oscuridad, la palabra se repitió en mi cabeza hasta la eternidad. No podía aguantar... las promesas que tan solo eran cicatrices.
Las curvas del peligro que odiaba...
Había muchas cosas a parte... y será tópico pero al menos es sincero: "no es por ti, es por mí." Nunca entenderás... lo que puedo llegar a odiarme. A darme asco. Digo siempre que no odio a nadie, pero en realidad tan solo me odio a mí, pero... yo soy Nadie.
Es doloroso odiarse uno mismo.
¿Qué palabras puedo dedicarte ahora?
Ahora que estoy muerta. Y tu en vida.
Te diré... "Gracias por todo, lo siento, perdóname, entiéndeme, te amo, adiós." Es lo apropiado, creo.
Frío... congela mis labios. Estoy obligada a vivir aquí, ya no me dejan volver. Eso es imposible, nadie puede hacer eso. Perpetua.
Sufrimiento para toda la vida.
El tiempo me dejará a merced del viento, me hará olvidar... pero cuando pasen demasiados años, siglos, recordaré cosas... y me harán más daño que ahora.
Esto. Esto sucedería. Si yo me suicidara. Quizás no. Pero yo me lo imagino así, dulce, ¿no?

martes, 7 de octubre de 2014

Atada.

¿Y si soy demasiado joven para atarme a alguien por amor? ¿Y si me llega a gustar alguien? Entonces. Es extraño.
Siempre hay algo en mi corazón que me dice que lo quiero más a él.
Todo lo que quería decir, es que la esperanza fluye... necesito verte.
Porque si esto sigue así... me siento tan inútil de no poder hacer nada, tan solo de permanecer atada amándote.
Con el hilo rojo del destino, atado en mis muñecas, como unas esposas.
Mis venas hacen unas escaleras, ójala pudieran llevarme hacia a ti.
Pero el dolor a veces derrumba esas escaleras y todo se va.
Pero seguiré, intentándolo mil veces más, aunque el dolor y la ira me llene haciendo que mi corazón explote.
Métaforas absurdas. El "que dirán", el "no sin ti", el "para siempre", las "promesas están para romperlas" y "hasta entonces, nos vemos".
Y que cada día me volvía más cabrona, más antipática, más borde.
Pero a la vez más amable, un amor de persona y todas esas mierdas buenas, con las personas que realmente me importan. Y que más dará, si un kilo menos o un kilo más. Y que más darán, las ganas de llorarle a la Luna.
La Luna, la que siempre por las noches junto a la estrellas, las cuáles veríamos juntos, tu y yo algún día, por una promesa, me acompañaban. Me hacían sentirme mejor. Y por mucho frío que corriera por mil piel, erizando mis sentidos, siempre me aliviaba. Era como si la vida me ofreciera un soplo de aire fresco. Para cambiar los ánimos.
Y que éstas palabras, fueran disparadas como balas plateadas, a tu corazón. Matándote. Muerto. Muerte.
Que cabrona tengo que ser, ¿no?
Ironías, sarcasmos, borde, blablabla.
Y que yo te respondo esquina, porque eres una puta. Pero hasta las putas son más respetables que tu.
Tan solo deja de llenarte la boca de mierda.
Le hablo a todo, y le hablo a la nada en realidad. Que más importará.
Si vamos a morir, prefiero atarme aquí y ahora.