sábado, 29 de marzo de 2014

Ella; Yo No.

Estoy cansada, cansada de todo.
De tus juegos y estupideces.
De utilizarme pero preferirla a ella.
Siempre ella... ¿por qué te interpones en mi camino?
Es dulce... ella quiere ser mi amiga, y ayudarme, tiene buenas intenciones, no lo dudo... Pero no puedo evitar envidiarla, tener celos de ella. "Él te prefiere a ti, no a mí".
Estoy cansada, lo vuelvo a repetir.
La misma rutina estúpida.
Déjame tranquila, porque si tienes dudas cuando la respuesta está tan clara... realmente no te importo.
No hay mucho que pensar, ni mucho que decir. Entonces... cariño, yo no pienso esperar por ti. A veces pienso que debería hacerle daño a la gente, ¿por qué no? Siempre me he hecho daño yo misma, siempre han sido ellos los que me han herido. Harta de ser la chica buena e inocente. De tomarme en serio el amor, cuando nadie lo hace. Y es que... debería pasar quizás. Todos creen que soy distinta, y es cierto. Ni yo misma sé por cuál camino voy a seguir.

Recuerdo aquel beso, fue una prueba. De a quién elegirías al final, pero todo se tuerce y va mal.
Me canso de ti. Un beso amargo y dulce a la vez, insoportable.
No puedo seguir más, estoy cambiando lentamente, pero rápido.
La gente se da cuenta, yo me doy cuenta. Mi interior se asusta, ¿por qué ahora esto es así? Siempre soy la que siente más al final.
Y yo... ¡no quiero enamorarme!
Quiero que nos enamoremos.
Pero después de todo, aunque tantas veces lo pensara... ya no. Ya no quiero más. Es muy bonito el amor y todo lo que queráis. Pero ya no, no quiero enamorarme más veces en mi puta vida. Total, siempre acaba igual, siempre hay un corazón roto de los dos, y suele ser el mío.
Pero al corazón nunca se le puede engañar. Tengo miedo, es mi último temor. No hay escape, es lo mismo de siempre... Ya hasta mis palabras... son iguales una y otra vez.
Me siento jodidamente cansada.

sábado, 15 de marzo de 2014

Suicida.

"Todos los puentes, se enamoran de un suicida..."

Las cuchillas se encargan de escribir historias, van profundizando, van siendo cada vez más. Pero no tengo el valor para profundizarlas tanto como para morir desangrada.
Pero... desde muy pequeña, los puentes siempre me han atraído de una manera triste. Es decir, siempre que pasaba por uno, me entristecía y me ponía pensativa. Y ahora que he crecido, eso no ha cambiado. Pero ahora... ¿sabéis en lo que pienso? En el suicidio. Podría probar. Un salto y se acabó, ya está.
Mis ojos ligeramente enrojecidos y con ojeras, miran la caída, el vacío.
Tirarme de cabeza, a mi enenemigo, el agua que me hundiría, pero que a la vez me daría la libertad.
No sé si algún día me atreveré.

(...)

domingo, 9 de marzo de 2014

Perdida y Hundida.

Hoy no quiero despertar, me siento realmente patética y miserable.
No tengo a donde ir, la tristeza me atrapó terriblemente. Creer que no le importas a nadie, sentirte así... es realmente patético incluso para mí.
Otro error, nadie me escucha.
Esto es malo, otro corte.
Despertar y no poder ver de que color se está tiñiendo mi vida, si voy por el buen o mal camino. El ciego dolor, no puedo gritar, me duele.
Las voces susurran en el interior de mi cabeza, aunque comience a llorar, no quieren parar. Es estúpido, no sé que hacer conmigo misma. No tengo valor, ni fuerzas, ni esperanzas, ni un soplo de aire que me pueda decir el cómo salir de aquí. De esta tristeza que me ha agarrado y no quiere soltarme, hasta hundirme enteramente o hasta mi muerte.
Nadie sabe que estoy aquí aún.
En este nivel, en este mar de penas y ahogo. Escalofríos y mente nublosa.
Al despertar lloré, por otro día más.
En el que no tengo nada que hacer, no tengo con nadie que hablar, sola estoy. Mis lágrimas caen, todo el día, toda la noche. No puedo seguir así.
Por favor, sacadme de aquí.
¿Por qué no me ayudáis? Vosotros sí sabéis lo que me pasa. ¿Os empezaréis a preocupar cuando esté muerta? No puedo esperar, no aguanto más. ¿A qué estoy esperando aquí, llorando, sentada, escribiendo? Ninguno de mis problemas se van a solucionar de este modo. Lo sé, lo sé de sobra.
Pero la tristreza hace que inunde mi corazón, nunca nadie me va a querer, nunca a nadie le voy a importar. Sigo igual de perdida en realidad, aunque miles de cosas hayan cambiado en mi vida, sigo igual de perdida. La música, mis gustos... aunque eso se haya unido a mi vida, y al principio estuviera perdida sin saber que hacer, en realidad estoy igual. Las cosas no han cambiado mucho, desde mi inocente Yo, hasta ahora. Todo y nada cambia, en verdad. Me repita mucho o poco, es la verdad. Mi vida es tan patética, como lo es su dueña. Por mucho cambios que haya, si cierras los ojos, verás con temorosa certeza, que en tu interior sigue estando aquella niña que no le importaba nada, que le dolía cualquier tontería, que era buena y confiada con todo el mundo, pero... ¿y ahora? Solo han cambiado una o dos cosas. Pero en el fondo, sigo siendo yo, y aunque hayan cambiado, a veces confío demasiado en mí. Realmente me siento miserable. Hoy viviré... pero, ¿y mañana? Nadie lo sabe, yo tampoco.

viernes, 7 de marzo de 2014

Canción Sin Nombre.

Todos esos sentimientos que algún día creé, los tocaré en un piano.
Crearé la canción sin nombre, cada nota, una palabra silenciosa por decir. Una canción difícil de interpretar. Imaginar la letra de una canción a piano, en la que se nota el sentimiento que hay puesto en ella, es extraño y precioso a la vez. Cada nota, una pieza; del puzzle que es la canción, incompleta. Sin principio, y dudoso final. Solo una historia que no se sabe el que pasó, hace tanto, que no se recuerda...
Y el que pasará, si esque algo pasa.
Me gustaría volver a viejo tiempos, para recordar el principio, y poder introducirlo en la canción. Saber si eran buenos tiempos, y todo lo que había. Por eso, quiero ir corriendo al futuro, quiero ir rápido. Porque esta espera me está matando, y mi canción todavía está por finalizar y aún no puede, sin los últimos sentimientos que he de ponerle.
Es en lo único en lo que soy impaciente. En el tiempo, que pasa y pasa, lento para mi tortura.
Rápido para lo bueno.
La canción sin nombre, que algún día se olvidará... aún no ha terminado.

domingo, 2 de marzo de 2014

Gracias Por Estar Ahí.

Os doy las gracias a los dos, por estar siempre ahí, aunque parezca patético. Vuestra misteriosa forma de ignorarme, para volver con tanto amor, es increíble. Siempre sabré, que puedo daros un abrazo, que sois mis guardianes, mi personificación.
Que tenéis un gran hueco en mi corazón, y que si llegáis a morir... creo que estaría en una depresión eterna. Pero todo ser vivo, muere.
Prefiero morir antes yo, que vosotros dos. Mis amores, lo más preciado que tengo. Mi vida no tendría sentido, no sabría que hacer.
Simplemente, habéis llegado a ser tanto para mí, años tras años, que hemos pasado juntos, los tres.
Tantos recuerdos, tantas cosas bonitas. Y que... aunque ahora estéis conmigo aún, y sois felices, yo con solo observaros dormir, soy feliz también. Gracias, por estar ahí; por todo. Os quiero muchísimo.

----

Esta Entrada va dedicada a Nico (mi gato siamés) y a Mini (mi gata blanca). Aunque a alguna persona le pueda parecer patético, dedicarle algo a dos animales, para mí no lo es. Ya que son más que dos simples gatos para mí. Los quiero muchísimo, y siempre han estado ahí. Que solo con darles un abrazo, me sentía un poco mejor. Que parece mentira como dos cosas tan pequeñas, se han llegado a convertir en algo tan grande y preciado para mí. Que con cualquier cosa mala que les pudiera suceder, me entraban ganas de llorar. Que son algo muy valioso para mí.
Mini y Nico, os quiero muchísimo.
GRACIAS.